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Cuando va al supermercado a la sección de los zumos, a primera vista puede pensar que todos tienen la misma denominación, cuando la realidad es bien distinta.

Si se tiene en cuenta el Real Decreto 781/2013, su objetivo es regular la elaboración, composición, etiquetado, presentación y publicidad de los zumos de frutas y otros productos similares destinados a la alimentación humana. Así pues, atendiendo a la normativa mencionada, hay seis categorías distintas que se pueden resumir brevemente:

  1. Zumo de frutas: el producto susceptible de fermentación (pero no fermentado) obtenido a partir de las partes comestibles de frutas sanas y maduras, frescas o conservadas por refrigeración o congelación, de una o varias especies mezcladas, que posea el color, el aroma y el sabor característicos del zumo de la fruta de la que procede.
  2. Zumo de frutas a partir de concentrado: el producto obtenido al reconstituir zumo de frutas concentrado con agua potable.
  3. Zumo de frutas concentrado: el producto obtenido a partir de zumo de una o varias especies de fruta por eliminación física de una parte determinada del agua. Cuando el producto está destinado al consumo directo, la eliminación de agua será de al menos un 50%.
  4. Zumo de fruta extraído con agua: el producto obtenido por difusión en agua de fruta pulposa entera cuyo zumo no puede extraerse por procedimientos físicos,  fruta entera deshidratada.
  5. Zumo de frutas deshidratado/en polvo: el producto obtenido a partir de zumo de una o varias especies de fruta por eliminación física de la práctica totalidad del agua.
  6. Néctar de frutas: el producto susceptible de fermentación, pero no fermentado que la mayoría de las veces se obtenga por adición de agua con o sin adición de azúcares y/o miel a los productos anteriores, al puré de frutas, y/o al puré de frutas concentrado y/o una mezcla de estos productos.

Si se atiende a dichas definiciones, el zumo que comúnmente llamamos ‘natural’ correspondería únicamente a la primera definición de ‘zumo de frutas’. Este producto, organolépticamente hablando sería el de mayor calidad.

Sin embargo, es el más complicado de encontrar a la hora de realizar la compra, ya que la gran mayoría son elaborados a partir de concentrado.

Un claro ejemplo es la foto que se adjunta al post, ya que de todos los zumos que se muestran ninguno de ellos contaría con la denominación de ‘zumo de frutas’.

De aquí, la importancia de elegir los alimentos siempre informándose de la letra pequeña, leyendo entre otros, el apartado reservado a la denominación del alimento, como ya mencioné en una publicación anterior. Solo de esta forma elegiremos conscientemente lo que comemos.